sábado, 25 de mayo de 2013

Perdí una clase pero viví otra.

Bueno, a continuación describiré una de las clases más hermosas que se hizo en lo que se lleva del semestre pero no pude asistir a esta… La razón, muy comprensible de mi parte y de los profesores: tengo una prima de mi misma edad que iba a dar a luz a su hija en el horario de clases. Cuando pequeños nosotros jugábamos al “tombo” en la casa de mis abuelos y la pasábamos realmente bien. Me sorprendió cuando supe que estaba embarazada ya que son cosas que uno nunca espera realmente siendo tan joven la muchacha y tan linda y sin estudios.

La clase, según lo que oí de las charlas y narraciones de mis compañeros, consistió en que un primer grupo del curso (tomado en cuenta en orden de lista, o sea, los primeros compañeros de esta lista) tenía que formar un círculo al centro del auditorio Brígida Flores. Debían mantener junto con ellos muchos diarios que los profesores nos habían pedido que lleváramos esa clase y debieran cortar estos y hacer formas creativas y novedosas sobre algo que los representara profundamente o que representara a alguien muy importante en su vida.



Por lo que me enteré, salieron muchas historias dolorosas al aire… Mis compañeros y compañeras se emocionaron al contar sus experiencias pasadas con esas personas y lo que ellas significaron en su tiempo pasado.

Cuando supe que estas experiencias me las perdí me sentí muy mal ya que me gustan los momentos emotivos en un grupo social, demuestra unión y cohesión entre los pares que lo conforman, como si fuésemos moléculas de agua unidas mediante un fuerte sistema de puentes de hidrógeno.



A pesar de estas experiencias perdidas no me arrepiento de haber faltado ya que pude conocer a la hija de mi prima, la niña recién nacida más hermosa que he visto en mi vida.

Amanda, 23 de mayo, 3 kilos 300 gramos, 49,5 centímetros, nació a las 17.20 de la tarde de ese mismo día. Amanda, niña linda, naciste en un contexto injusto, viniste de repente pero estoy segura que todos en la familia te vamos a querer como si fueses nuestra propia hija. Tienes una abuela muy dedicada (mi tía, mujer esforzada y excelente mamá) y un abuelo muy trabajador, tíos que te cuidarán en cualquier circunstancia y me tienes a mí: puedes contar conmigo cuando quieras porque viví el milagro de tu nacimiento, observé como te vestían por primera vez y como llorabas por primera vez. Observé como mirabas a tu alrededor, confundida por tu entorno y tu nueva realidad; observé tu dolor en tus pupilas ante tanta luz nueva y hermosa… Eres un milagro y lo serás siempre.

Ese día aprendí que cada ser humano, cada vida es hermosapor sí sola… No me imagino el tiempo sin vida y la creación de esta a partir de dos seres humanos…


Quedé impactado y conmovido, perdí la clase pero aprendí a dar amor a primera vista a la niña más linda y hermosa.

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