Describir mi vida en 500 palabras… Difícil, ¿Cómo expresas
tantos momentos, años de vida que contienen vivencias irrepetibles en un texto
tan diminuto? En fin, lo intentaré…
Mi nombre el Pablo Antonio Morales Carreño, nací el 3 de
Marzo de 1995 en Santiago (y nunca he vivido en otra ciudad). Fui el segundo
hijo del matrimonio de mis padres, que se concretó el 27 de Octubre de 1990.
Hoy en día tengo 18 años, 3 meses, un día y 18 horas de vida, tiempo que creo
haber vivido bastante bien…
Recuerdo haber ido al jardín llamado: “Fantasía”, nombre
bastante exagerado si tomamos en cuenta que era más corriente de lo que quisiera
ser. En aquel jardín formé la primera “amistad” si así podíamos llamarlo con un
niño llamado Erasmo, vaya que lo pasábamos bien jugando en esos pastos. Me
atrevería a decir que los momentos más satisfactorios y felices están plasmados
en ese patio trasero.
Entré a kínder en el colegio Santa María de Santiago,
lloraba y lloraba el primer día (se me olvidó anticipar que era el rey delos
llorones cuando pequeño, lloraba hasta porque perdía en un juego) y mi hermano
intentó subirme el ánimo colocándose un traje de “chinita” que había ahí en la
sala, me reí y me subió mucho el ánimo.
Al pasar a primero básico fui matriculado en el colegio
María Auxiliadora de Santiago (se notará la influencia cristiana de mi madre,
que después rechazaría como paradigma de vida). Hice mis 8 años de básica en
ese colegio, conocí en segundo básico a la niña que sería mi amor de niñez
desde segundo hasta sexto, cuando ella se fue a España con su mamá.
Recuerdo que, más o menos en tercero básico mis padres se
separaron por circunstancias bastante comunes en los matrimonios de menos de 15
años de casados: peleas, peleas y más peleas. No me afectó como todos creerían,
siendo aún muy chico acepté la realidad de manera bien madura.
Primero a Cuarto Medio lo realicé en el Liceo Manuel BarrosBorgoño, institución a la cuál le guardo un cariño y amor ilimitado. En este
liceo me formé como persona pensante, analicé mi realidad y empecé a
cuestionarme las imágenes que la vida me había mostrado. Y comencé a soñar,
soñar con mundos mejores en que yo podía influir en su mejora.
Al egresar de Cuarto Medio el 2012 me dio mucha pena, sentía
las lágrimas intentando salir de mí ser a través de mis ojos, muchos
sentimientos encontrados, muchos amigos que no vería todos los días como antes
acostumbraba. Miedo, miedo por el futuro de ellos y el mío. Y si en este futuro ¿nos veíamos juntos o separados?, la gran interrogante que hasta el día de hoy me
hago cada noche cuando me estiro en mi cama y pienso en las cosas que dejé
atrás, las personas que no volverán, el tiempo que se va y por esos tiempos que
vendrán, ojalá buenos y llenos de estima como antes soñé.
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