Luego de la emocionante clase de las máscaras, las cuales
nos ayudaron a conectarnos más como compañeros porque pudimos ver como cada uno
intentaba plasmar sus expresiones que nos hablan y nos indican el estado
sentimental de una persona en unos pedazos de yeso. Estas actividades, sin
ninguna duda, provocan unión en la gente que la realiza y también a la que la
observa (como por ejemplo, la profesora Erna en la clase).
He podido observar que a medida que avanza el tiempo y que
tenemos más clases de Estrategias de la intervención, más apegado a mi carrera
y en especial a mis compañeros de Terapia Ocupacional, me he vuelto. Como
consecuencia de estas clases nos hablamos más en el pasillo de la Universidad o
en los patios de la escuela, en el casino o en el metro. Vemos un mejoramiento
de las relaciones que convergen a una mejor relación del estudiantado y de este
con los docentes y administrativos.
Luego de esta introducción reflexiva sobre lo que hemos
avanzado hasta ahora podré empezar a contarle al lector mi experiencia sobre
esta nueva clase que tuvimos: Correspondía la creación de nuestros Blog.
El Blog es la herramienta por la cuál usted puede leer esto,
contiene emociones, sensaciones y sentimientos que he podido absorber a través
de las clases a las que hemos asistido. No solo yo, sino que también el resto
de mis compañeros, con los cuales hemos recorrido esta travesía creativa que
cada vez se pone más interesante.
Para poder hacer el blog, los que ya habíamos hecho las
máscaras, fuimos llevados a las salas de computación donde recuerdo haber
rendido el diagnóstico de inglés a principios de año (me fue mal, ya que no
tuve inglés desde octavo básico, solo tuve francés) y cada uno del grupo se
ubicó en un computador bastante tecnológico y muy rápido (dato extra).
Antes de comenzar a meter mano en la construcción del blog,
el profesor nos empezó a contar ciertas experiencias de vida en la que un blog
había influido mucho en el proceso de conocer a una persona; el blog nos puede
decir quién es uno y cuáles son sus prioridades o gustos también. Por tanto, escuchábamos
al profe contar sus historias y, siendo honesto, me motivaban mucho a escribir
mi propio blog y que la gente que lo leyera sintiera simpatía, o empatía, o
enojo, o furia al leerme. Esa es la gracia de las palabras, pueden ser sinceras
y con las mejores intenciones, pero depende mucho su efecto del receptor que
decodifique el mensaje y lo interprete a su manera. A ciertas personas el blog
les puede parece genial y a otras asqueroso. Pero justamente esa es la gracia,
la pluralidad de posiciones a las que uno se ve enfrentado y como uno,
respetuosamente, es capaz de exhibir su punto de vista sobre ciertos temas.
Para finalizar esta entrada de blog me gustaría decir que mi
estadía en la universidad ha sido muy cómoda, entretenida y profundamente
enriquecedora.
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